Objetivos
1. Evaluar si el uso inadecuado y abuso de opioides varía entre países.
2. Evaluar la asociación entre el abuso de polisustancias y el uso inadecuado y abuso de opioides.
Metodología
Diseño: Estudio de corte transversal, en donde se obtuvieron los datos de la Encuesta Global de Medicamentos
(Global Drug Survey), que se realiza vía web e incluye datos sociodemográficos y antecedentes farmacológicos
haciendo hincapié en temas seleccionados.
Todos los participantes eran mayores de 16 años y consintieron el uso y análisis de los datos consignados en
la encuesta, que obtuvo aprobación del comité de ética del The Psychiatry, Nursing and Midwives Ethics
Subcommittee at King’s College London. La encuesta se tradujo a 10 idiomas y se realizó difusión por redes
sociales. Se recibieron 100.000 respuestas de todos los países, sin embargo, se excluyeron los países en los
cuales la cantidad de prescripciones de opioides no era lo suficientemente grande para el análisis de
regresión multinivel.
La muestra correspondió a los participantes de la encuesta GDS de Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino
Unido y Australia, en quiénes se prescribió tramadol, oxicodona, hidrocodona o codeína.
Mediciones
Uso de analgésicos opioides
Con las siguientes opciones
- Prescrita por un médico.
- Me la dio un amigo.
- La compré de un vendedor.
- La compré por Internet.
- Facilidad de acceso a la prescripción.
Se evaluó con la siguiente pregunta;
Las opciones fueron:
1) Muy fácil.
2) Fácil.
3) Posible.
4) Difícil.
5) Muy difícil.
Evaluación del uso inadecuado y abuso de opioides
Para esta medición se evaluó si los participantes se identificaban con más de uno de los siguientes:
Si el medicamento se le prescribió en los últimos 12 meses, usted experimentó una de las situaciones:
1) Tomar una dosis mayor a la que le fue prescrita.
2) Tratar de obtener dosis extra de medicamentos.
3) Fue incapaz de disminuir la dosis o dejar de consumirla.
4) Se sintió emocionalmente mal usando menos dosis o deteniendo su uso.
5) Alguna vez presentó una sobredosis.
Se definió como presencia de abuso si el participante respondía una o más de las siguientes:
1) He mezclado los medicamentos con alcohol para aumentar sus efectos.
2) He mezclado los medicamentos con otras drogas para aumentar su efecto.
Evaluación de abuso de opioides
Adicionalmente se definió presencia de abuso cuando el participante seleccionaba la opción "estar drogado" a
la pregunta: ¿En el último año ha tomado esta medicación para obtener estos efectos deseados...?
Abuso de polisustancias
Se definió empleando la siguiente pregunta: ¿ha usado alguno de los siguientes medicamentos o drogas en el
último año? Se incluyó cualquier benzodiacepina prescrita o no, cannabis, éxtasis, cocaína, crack,
anfetaminas, metanfetaminas o heroína.
Con propósitos descriptivos se construyeron las siguientes categorías de patrones de uso:
1) uso de solo una o más drogas ilícitas.
2) uso de solo benzodiacepinas.
3) uso de una o más drogas ilícitas incluyendo benzodiacepinas (uso combinado). Con propósitos analíticos se
crearon dos categorías una indicando el uso de drogas ilícitas en el último año y otra indicando el uso de
benzodiacepinas en el último año.
Análisis estadístico
Se realizó un análisis estadístico estándar para las variables demográficas (promedios y porcentajes) y para
el análisis multivariado usando una regresión logística multinivel permitiendo al modelo agregación de
participantes por país de residencia. Estos modelos se usaron para investigar la asociación entre el abuso
de polisustancias y:
1) el uso inadecuado de un analgésico opioide de prescripción;
2) abuso de al menos un analgésico opioide. Las covariables incluidas fueron la edad, el nivel educativo y
el estado laboral.
Resultados
El análisis incluyó 5.670 participantes a quienes se prescribieron y usaron en el último año codeína,
hidrocodona, oxicodona o tramadol. El 48% de la muestra fueron mujeres con una edad promedio de 33.2 años
(desviación estándar de 13.8 años). Los participantes se distribuyeron de manera homogénea en las categorías
educativas: 24.9% reportaron bachillerato, 22.2% reportaron título técnico, 28.7% reportaron un título
universitario y 22.6% reportaron tener un título de postgrado. Al menos 2⁄3 (64%) de la población estaba
empleada al momento de la encuesta. La muestra difiere de la población total de encuestados en la GDS en que
la muestra total tiene un menor porcentaje de mujeres (37%), una edad promedio menor (30 años), un menor
porcentaje de empleo (60%).
El análisis incluyó un número similar de participantes por país. La prescripción de analgésicos opioides
difirió entre los países dadas las diferentes prácticas clínicas regionales. La codeína fue más prescrita en
los participantes de Australia (91.2%), Francia (90.6%), Alemania (77.7%) y el Reino Unido (92,8%), mientras
que la hidrocodona fue más usada en los participantes estadounidenses (63.9%). En general, el uso de
benzodiacepinas y drogas ilícitas fue del 55% en el último año, El 4.4% usó solo benzodiacepinas en el
último año. De aquellos que habían usado drogas ilícitas, más de la mitad (57.0%) habían usado cannabis, con
éxtasis (12.2%) y cocaína (10%). Solo el 2%(N=58) de los usuarios de drogas ilícitas usaron heroína en el
último año. De las personas que habían usado benzodiacepinas en el último año, 61.7% reportaron obtenerlas
con fórmula médica.
Acceso a los analgésicos opioides
Obtener una prescripción para estos analgésicos opioides en los siguientes 7 días fue percibido como fácil
para codeína (39.4% reportaron que sería “muy fácil” o “fácil”) y tramadol (46.4%), comparado con
hidrocodona (18.4%) y oxicodona (25.1%) en las mismas categorías.
Obtener cualquier analgésico opioide de un vendedor o comprarlo por internet fue muy poco frecuente. Solo el
1% de los usuarios de codeína y tramadol obtuvieron los medicamentos a través del internet o vendedores
ilegales. Para la hidrocodona y la oxicodona el porcentaje de participantes que reportaron obtenerla de un
vendedor ilegal fue más alto (7.0% y 5.7% respectivamente), pero el porcentaje de obtención a través de
internet fue menor al 1%. La ruta de obtención de analgésicos sin necesidad de un fórmula médica fue por
medio de un amigo (reportado entre un 6.7% a 23.2%).
Nivel de uso inadecuado y abuso de analgésicos opioides
Frecuencia de uso Inadecuado y abuso de analgésicos opiodes, codeína vs hidrocodona
El uso inadecuado de analgésicos opiodes fue más alto en quienes usaron tramadol(32,8%), la hidrocodona
presentó mayor frecuencia de abuso de analgésicos opiáceos (28.1%). El riesgo basal de mal uso y abuso de
analgésicos opiodes fue de 23.1% y 18.8% respectivamente.
Dentro del uso de los opiodes, la codeína presentó un menor porcentaje de uso inadecuado y abuso por parte de
los participantes en comparación con tramadol, hidrocodona y oxicodona.Adicionalmente la codeína presentó
una frecuencia de mal uso y abuso menor que el riesgo de basal de la población participante. A pesar de ser
datos descriptivos es la mejor información disponible en este momento para la toma de decisiones centradas
en la seguridad del paciente y un uso seguro de los medicamentos.
Esta diferencia se mantiene cuando el abuso y uso inadecuado se asocian con el uso de drogas ilícitas y
benzodiacepinas las cuales representan un incremento del riesgo de morbilidad asociada a sobredosis.
Asociación entre el abuso de polisustancias y el uso inadecuado o abuso de analgésicos opioides
En primer lugar se empleó un modelo multinivel para evaluar qué tanto porcentaje de la varianza puede ser
explicada por el país de residencia. El test de razón de verosimilitud para comparar los efectos fijos y
aleatorios indicaron que existe una relación entre el país de residencia y el efecto en el uso inadecuado (p
< 0.0001)="" y="" el="" abuso="" (p="">< 0.0001).="" sin="" embargo,="" las="" correlaciones="" intraclase="" y="" los="" odds="" ratio(or)="" para="" ambos="" modelos="" fueron="" pequeños.="" el="" porcentaje="" de="" la="" varianza="" explicada="" por="" el="" país="" de="" residencia="" en="" el="" uso="" inadecuado="" fue="" del="" 1.5%="" y="" el="" or="" fue="" 1.12,="" mientras="" que="" el="" porcentaje="" de="" varianza="" explicada="" para="" el="" abuso="" fue="" de="" 2.8%="" y="" el="" or="" fue="" de="">
Para el uso inadecuado de analgésicos opioides, el permitir que el uso de benzodiacepinas o de drogas ilícitas
varíe entre países no mejoró significativamente el modelo, por lo anterior se incluyó como un efecto fijo en el
modelo multivariable. Tanto el uso de benzodiacepinas como de drogas ilícitas representó un riesgo para el uso
inadecuado de analgésicos 4 veces más con respecto a los reportantes que no usaron ninguna otra sustancia
adicional (OR 4.36, 95% IC 3.29-5.93), mientras que el uso exclusivo de benzodiacepinas representó 3 veces el
riesgo (OR 3.37, 95% IC 2.25-5.25). Sin embargo, ambos fueron fuertemente asociados con el uso inadecuado en
comparación con el empleo exclusivo de drogas ilíctias. (OR 1.79, 95% IC 1.41-2.37).
Permitir que los efectos del uso de drogas ilícitas y benzodiacepinas variara por país incrementó el ajuste del
modelo para abuso de analgésicos opioides (p = 0.02). El efecto de las drogas ilícitas en el abuso varió
considerablemente más entre los países que el uso de benzodiacepinas. La covarianza con el intercepto fue
negativa para tanto para las drogas ilícitas como para el uso de benzodiacepinas, esto sugiere que la asociación
con el abuso de polisustancia es más débil en países con mayores niveles de abuso. El efecto fijo estimó que la
relación entre el abuso de polisustancias y el abuso de analgésicos opioides fue más fuerte que la relación para
uso inadecuado. Los riesgos de abuso de analgésicos opioides fue más alto para los participantes usaron
simultáneamente benzodiacepinas y drogas ilícitas comparado con aquellos que no usaron ninguna de estas (OR
6.49, 95% IC 4.0-10.48), el riesgo es de 4 veces para aquellos que usan benzodiacepinas exclusivamente (OR 4.79,
95% IC 2.70-8.95) y de 2 veces para aquellos que exclusivamente usaron drogas ilícitas (OR 2.46, 95% CI
1.75-3.60).
Discusión
En esta muestra de individuos de los Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y Australia, que han usado
medicamentos opioides prescritos por un médico en el año pasado, 1 de 4 individuos reportaron uso inadecuado de
cualquier analgésico opioide, y aproximadamente 1 de 5 individuos reportó abuso. A pesar de que se realizó un
muestreo no probabilístico, estos resultados son similares a los obtenidos en las revisiones sistemáticas más
recientes de uso inadecuado, abuso y adicción en pacientes con dolor crónico.
Este estudio representa una de las pocas estimaciones disponibles del nivel de abuso de estos medicamentos. El
uso inadecuado y abuso difirió entre aquellos que usaron drogas ilícitas o benzodiacepinas, y quienes no, en el
último año. Entre quienes no usaron otras drogas, aproximadamente, en 1 de cada 7 reportó abuso y en 1 de cada
11 uso inadecuado, en comparación 1 de cada 3 usuarios de drogas ilícitas o benzodiacepinas que reportaron uso
inadecuado o abuso.
La importancia de las benzodiacepinas en el contexto del uso problemático de analgésicos opioides no es
sorprendente, esto es debido a que la combinación de estos está bien documentada y el uso de benzodiacepinas es
un factor de riesgo para uso inadecuado y sobredosis de analgésicos opioides.
Aquellos que emplean ambas medicaciones están a riesgo de una sobredosis fatal, esto resalta la importancia
clínica de identificar y ser vigilantes en identificar comportamientos de riesgo en los pacientes a quienes se
prescribe dichas clases de medicamentos de manera simultánea. A pesar de que la mayoría de las guías clínicas no
recomiendan la prescripción simultanea de estas dos clases de medicamentos, pueden existir indicaciones genuinas
como, por ejemplo, manejar la ansiedad coexistente y potenciar los efectos analgésicos.
En nuestra muestra de usuarios de opioides prescritos, solo el 60% de los usuarios de benzodiacepinas también
reportaron obtenerla con prescripción médica. Sin embargo, la prescripción de opioides y benzodiacepinas fueron
las más frecuentemente obtenidas a través de “Doctor shopping” (buscar diferentes médicos hasta encontrar uno
que formule lo que se desea), así es posible que en muchos casos la prescripción de un medicamento se obtenga
sin que el médico conozca que el paciente ya tiene una prescripción médica para la otra. La diferencia en el
registro de los médicos familiares y los programas de monitoreo de prescripción pueden prevenir este fenómeno de
esta forma explicar la variación entre países observada en la asociación entre abuso de polisustancias y abuso
de analgésicos opioides.
En conclusión, la frecuencia de uso inadecuado y abuso de analgésicos opioides parece ser mayor entre quienes
reportan abuso de polisustancias usando drogas ilícitas o benzodiacepinas, pero existe un número sustancial de
individuos quienes no reportan abuso de polisustancias y reportan uso inadecuado y abuso de analgésicos
opioides. Se han desarrollado políticas e intervenciones en la presunción de que hay dos poblaciones distintas
de personas, una que usa la medicación como se fórmula y es adherente a las instrucciones y otro grupo que
obtiene la fórmula de analgésicos opioides a través de rutas no clínicas, usa otras drogas ilícitas o
medicamentos prescritos e incurre en uso inadecuado o abuso. Esta diferenciación no refleja de manera fidedigna
la realidad de la formulación de analgésicos opioides y resalta la importancia de una aproximación universal a
la educación del paciente, la formulación y el monitoreo clínico. A pesar de que los médicos persisten como la
mayor fuente de acceso, estos deben ser incluidos como puntos fundamentales para el cambio.
Las diferencias entre Estados Unidos y otros países desarrollados en relación a los sistemas de regulación,
expectativas de los pacientes, y mercadeo directo al consumidor han contribuido sustancialmente a la magnitud
del uso problemático de opioides en Estados Unidos. Sin embargo, el problema de uso inadecuado y abuso de
analgésicos opioides formulados es un problema que requiere atención de escala internacional.
Tabla DEA
Clasificación de sustancias controladas en los Estados Unidos según su potencial de abuso y su uso médico
razonable, de acuerdo con la DEA2*.
GRUPO I
Sustancia con alto potencial para el abuso. Hay una ausencia de seguridad para el uso de la droga.
Algunos ejemplos:
- Heroína
- LSD
- MDMA (Éxtasis)
- Metacualona
GRUPO II
Sustancia con alto potencial para el abuso, tiene un uso médico en Estados Unidos, con severas restricciones. El
abuso de la droga u otras sustancias puede llevar a una dependencia psicológica o física severa.
Algunos ejemplos:
- Combinaciones con < 15="" mg="" de="" hidrocodona/dosis="">
- Metadona
- Meperidina
- Oxicodona
- Fentanil
- Hidromorfona
- Meperidina
GRUPO III
Sustancia con potencial para el abuso, menor que las drogas u otras sustancias en las clasificaciones I y II, pero
mayor que las de la clasificación IV. El abuso de la droga u otra sustancia puede conducir a una dependencia
moderada o físicamente baja o una dependencia psicológicamente alta.
Algunos ejemplos:
- Combinaciones con < 90="" mg="" de="" codeína/dosis="">
- Ketamina
- Testosterona
- Esteroides anabólicos
GRUPO IV
Sustancia que tiene un bajo potencial para el abuso con relación a las drogas u otra sustancia de clasificación
III. El abuso de la droga u otra sustancia puede conducir a una dependencia física limitada o a una dependencia
psicológica relativa a las drogas u otras sustancias de clasificación III.
Algunos ejemplos:
- Diazepam
- Lorazepam
- Alprazolam
- Tramadol
GRUPO V
Sustancia que tiene un bajo potencial para el abuso con relación a las drogas u otra sustancia de la clasificación
IV. El abuso de la droga u otra sustancia puede conducir a una dependencia física limitada o a una dependencia
psicológica baja a las drogas u otras sustancias de la clasificación IV.
Algunos ejemplos:
- Pregabalina
- Loperamida
- Attapulgite
- Preparaciones para la tos con < 200="" mg="" de="" codeína="" por="" 100="">
Adaptado de: Clasificación de
sustancias de la DEA, según su potencial de abuso o dependencia2*.
* La normatividad vigente para Colombia sobre medicamentos fiscalizados por el estado es la
Resolución 1478 del 10 de mayo de 2006 del Ministerio de Protección Social3*.
Clasificación de medicamentos4
Los medicamentos, las sustancias y ciertas sustancias químicas utilizadas para fabricar drogas se
clasifican en cinco (5) anexos distintos según el uso médico aceptable de la droga o medicamento y
el potencial de abuso o dependencia de la droga o medicamento. La tasa de abuso es un factor
determinante en la clasificación de la droga; por ejemplo, las drogas del Anexo I tienen un alto
potencial de abuso y el potencial de crear una dependencia psicológica y / o física severa. A medida
que cambia la clasificación de drogas y medicamentos (Anexo II, Anexo III, etc.), también lo hace el
potencial de abuso: los medicamentos del Anexo V representan el menor potencial de abuso.
Anexo I
Los medicamentos, sustancias o productos químicos de la Lista I se definen como drogas sin uso médico
actualmente aceptado y con un alto potencial de abuso.
Anexo II
Los medicamentos, sustancias o sustancias químicas de la Lista II se definen como drogas con un alto
potencial de abuso, y su uso puede conducir a una dependencia psicológica o física severa. Estas
drogas también se consideran peligrosas.
Anexo III
Los medicamentos o sustancias químicas de la Lista III se definen como drogas con un potencial
moderado a bajo de dependencia física y psicológica. El potencial de abuso de drogas de la Lista III
es menor que las drogas de la Lista I y II pero más de la Lista IV.
Anexo IV
Los medicamentos, sustancias o sustancias químicas de la Lista IV se definen como medicamentos con
bajo potencial de abuso y bajo riesgo de dependencia. Algunos ejemplos de medicamentos de la Lista
IV son:
Horario V
Los medicamentos, sustancias o sustancias químicas de la Lista V se definen como drogas con menor
potencial de abuso que la Lista IV y consisten en preparaciones que contienen cantidades limitadas
de ciertos narcóticos. Los medicamentos de la Lista V generalmente se usan con fines antidiarreicos,
antitusivos y analgésicos.
En Estados Unidos aproximadamente el 29% de estas visitas resultan en prescripciones médicas para un
analgésico opioide al alta. Tres opioides orales comúnmente prescritos al alta del Servicio de
urgencias (SU) incluyen hidrocodona / acetaminofén, oxicodona / acetaminofén y codeína
/acetaminofén.
Ha habido una controversia reciente sobre la prescripción de opioides orales en el alta de Servicios
de Urgencias (SU) impulsada por afirmaciones de uso inadecuado. Como resultado, la Administración de
Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) recientemente solicitó
reclasificación de los productos en combinación con hidrocodona de la lista III a la lista II de
sustancias controladas.
Debido a que los medicamentos de la Lista III pueden tener menos potencial de abuso y conducir a una
menor dependencia física y psicológica en comparación con los medicamentos de la Lista II, los
medicamentos de la Lista III se pueden prescribir enviando una fórmula por fax o llamando a un
farmacéutico y se puede actualizar su prescripción hasta 5 veces en un plazo de 6 meses. Por el
contrario, los medicamentos de la Lista II requieren prescripciones escritas a mano que no se pueden
enviar por fax y no se pueden reformular. Por lo tanto, la reclasificación de hidrocodona de la
Lista III a la Lista II puede tener un efecto sustancial en los patrones de prescripción de opioides
orales para pacientes ambulatorios simplemente al aumentar los impedimentos legales para el uso de
hidrocodona y sus combinaciones, mientras se dejan las restricciones actuales que rigen la
prescripción de combinaciones que contienen codeína.
En enero de 2013, el Comité Asesor de Administración de Riesgos y Seguridad de Medicamentos de la FDA
celebró una reunión, en la cual los miembros votaron 19 a 10 que estos productos deberían
reclasificarse del Lista III a la Lista II en virtud de la Ley de Sustancias Controladas.
Algunos Estados ya están haciendo estos cambios por su cuenta. La legislación I-STOP de Nueva York se
firmó en agosto de 2012 y entró en vigencia en febrero de 2013, que cambió la hidrocodona de la
Lista III a la Lista II según los programas de sustancias controladas en la Sección 3306 de la Ley
de Salud Pública del Estado de Nueva York. Además, a muchos SU se les ha pedido que sigan las pautas
voluntarias de prescripción de opioides para el alta del SU5.
Conclusión
Para la hidrocodona y la oxicodona el porcentaje de participantes que reportaron obtenerla de un
vendedor ilegal fue más alto (7.0% y 5.7% respectivamente). Llama la atención que la codeína
presenta menor porcentaje de uso inadecuado y abuso entre todos los países.